Sería muy positivo para el país que nos anotemos para tratar, de una vez por todas, de rehabilitar nuestra paupérrima memoria. ¡Es que en nuestro país todo se olvida! Es de locos, esta mala situación de nuestra memoria, individual y colectiva; nuestro déficit principal, después vienen el del sentidooo … ¡bueno, a lo que vinimos!: un ejemplo de mala memoria: el tema de las encuestas.
El desacierto de las encuestas durante la campaña política anterior -2006- se manejó o se publicó como si hubiésemos visto a "ALF" y a "ET" de la mano de Richard Dreyfuss, en la "Esquina de Monumental". ¡Se escribió y se habló de esos desaciertos como si se hubiese tratado de algo sorprendente e inédito! En aquellos momentos, yo me preguntaba: ¿y el caso de don José Miguel Corrales, en 1998? ¡Diay, ya lo habíamos enterraaa… olvidado!: yo me respondía. Rememorando: las encuestas, para las elecciones del 98, colocaban al señor Corrales como el virtual derrotado por un amplio margen; aún através del mismísimo “Día E”; sin embargo, al finalizar las cuentas… prácticamente un empate emergió de entre las urnas y salto a la palestra.
Y teniendo fresco, muy fresco... o más bien, estando inmersos en ese nuevo desacierto de las encuestas para las elecciones del 2006, aún así -inmediatamente después de las votaciones, a las diez de la noche, aproximadamente, del 5 de febrero-, una persona, públicamente reconocida, por un medio de comunicación dijo: “este virtual empate electoral entre don Oscar y don Ottón no significa que el país esté dividido por la mitad, respecto al TLC"; según justificó esa persona -¡santigüémonos!-, porque, ¡las encuestas favorecen a ese tratado!... -¡Santísima!-.
(Y en definitiva, en cuanto al tema de aquel famoso referéndum sobre el tratado de libre comercio con los Estados Unidos, tampoco hubo acierto con los números y las encuestas y viceversa).
Pues al día de hoy, del año 2009, ¡seguimos atentísimos o prestos en cuanto a ver o a escuchar lo que nos dicen las encuestas respecto a qué lugar ostenta o qué porcentaje de seguidoras y seguidores tiene cada precandidata y cada precandidato! Entre otras encuestas más, sobre diversos rubros… ¡Mayday! ¡Mayday!: 911, ¿Cuál es su emergencia?: ¡Qué nos podría partir un rayo, carajo! …
¿Por qué no hacemos unaaa… unaaa… ¡ah sí, una encuesta!, para saber cuántos creen que tenemos buena memoria y cuántos, que muy mala memoria tenemos?
¡¡Mmm!!
"Puedo vivir sin héroes que me salven... sin perros que me ladren... con poco más que algunos litros de aire pero... ¡no puedo vivir sin memoria!"; escribió Víctor Manuel San José.
Para cerrar, agrego que, claro que debemos llegar a creer en lo que nos dicen las encuestas aunque, no tarde o temprano sino tarde, ¡tarde!: una vez que haya transcurrido con acierto una cantidad de muestras suficiente que haga que esas encuestas retomen un sitio confiable... No “de la noche a la mañana”; como si nada o sin memoria.